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Redes del mal

Parte 13

Franz Erdl

2 de marzo de 2013

Traducción: 28 de mayo de 2013


 

 

La fuente del mal

Quería saber quién creó realmente esos sellos, y como respuesta obtuve que no fueron los anunnaki. Es otra raza, que voy a llamar raza B. Mi pregunta sobre si la raza B había recibido de los anunnaki la orden de confeccionar los sellos tuvo como respuesta un “no”, y ello condujo a toda una nueva cadena de revelaciones:

Los anunnaki fueron esclavizados por la raza B. Los sellos fueron un instrumento de esa esclavitud. Los anunnaki estaban bajo esa influencia, y fueron utilizados.

Los humanos nunca han tenido contacto con la raza B, y no parece haber un nombre para ellos aquí. Reptilianos, dracos, grises y los demás alienígenas tampoco han visto nunca a la raza B cara a cara.

Podría parecer una contradicción, pero son los annunaki quienes han colocado los sellos sobre los reptilianos y los dracos. Sin embargo, los anunnaki no pueden disolverlos.

Tras la raza B había una raza C. Sin embargo, la raza C no fue esclavizada. No he podido encontrar otra raza más allá. La raza C consistía en su totalidad en seres sin alma, que eran casi como máquinas; eso sí, máquinas perversas.

Las serpientes fueron creadas por las razas B y C.

Los cabezas grandes proceden de las factorías de la raza C.

La raza B también fue esclavizada. La constituyen seres con alma.

Para mí continúa siendo un misterio cómo llegaron a existir estos seres. No puedo llegar a ningún resultado. Para llegar a dominar a las otras razas, esta raza-máquina C debe haber estado sumamente desarrollada a nivel técnico, sobre todo en técnicas astrales.

Las razas B y C esclavizaron a los anunnaki, y ambas razas han estado en Nibiru (lo llamo Nibiru, con independencia de si es correcto o no). Según mis preguntas, es correcto que la raza C también estuvo en Nibiru.

Hasta ahora, los resultados de mis preguntas han sido confirmados repetidamente.

Conclusiones y comentarios:

Karin tiene recuerdos directos de estas criaturas frías sin alma, con energías casi insoportables. Ella creía que esos recuerdos eran de Egipto, porque había pirámides, pero eran de Nibiru. También hay pirámides allí.

Según el libro El regreso de Inanna, Anu estuvo en la Tierra hace mucho tiempo (dicen que hace 500.000 años), y parece ser que llevó con él a la princesa del pueblo Dragón. Supongo que ello dio lugar a muchos otros seres, y eso explicaría por qué hay tantas almas terrestres con fragmentos de alma dragón y anunnaki. El hecho de que pueda percibir de manera distinta esos fragmentos me confirma la veracidad de esta historia.

En aquel entonces, los anunnaki todavía eran seres libres. La esclavitud por parte de la raza B vino después. A través del control mental, crearon una élite de poder y un sistema completo de control, como el que debe operar sobre nosotros.

Los anunnaki fueron empleados para someter a los dracos y a los reptilianos. Todos ellos se ocuparon de los grises. En un momento u otro las razas insectoides también fueron incluidas. Y todos ellos conjuntamente fueron enviados contra nosotros.

Los acontecimientos exactos que ocurrieron en la Tierra en la época de la segunda llegada de la raza anunnaki parece ser que fueron muy diferentes a lo que las tradiciones han contado. Desde el principio, debe haber estado claro que la raza humana estaba destinada a ser perfeccionada para llegar a ser el ganado perfecto.

Por el momento, la investigación sobre el origen de la raza C no ha dado más resultados. No ha habido respuesta afirmativa ni negativa a la pregunta de si es el resultado de la construcción mental de un único ser maligno, pero sí que ha habido algunas respuestas más reconfortantes:

Hay seres positivos que se han ocupado de la raza C. Las preguntas han aportado la respuesta clara de que esta raza C ya no existe. Los que lo han conseguido son, entre otros, los “Wowos”, seres que Martina y yo descubrimos, en el otoño de 2011 (Un hecho histórico). Existen fuera del espacio y del tiempo. Eso me hace pensar que la raza C podría tener algo que ver con estas zonas.

Los Wowos y otras razas también se ocupan de la raza B. Para nosotros, eso significa que no tenemos que esperar sorpresas a partir de ahí. Es algo que me ha sido confirmado repetidamente.

Ahora, nos queda hacer este trabajo de Sísifo que consiste en destruir toda la red, que funciona de modo totalmente autónomo, así como desmantelar la mezcla de energías positivas y negativas en cada parte de nuestras almas.

 

Otros temas:

Wowos encarnados

Cuando un Wowo intenta reencarnar aquí, sufre todavía más que otras almas extraterrestres. El núcleo del alma, que procede de fuera del tiempo y del espacio, por supuesto es atrapado, y el pobre niño humano padece todo tipo de bloqueos imaginables.

No quiero describir aquí con detalle el único caso que he tenido hasta ahora. Es bastante triste, y este Wowo todavía no puede ser de gran ayuda para nosotros.

 

Jesús

Mientras buscaba los fragmentos de alma de Karin, apareció un almacenamiento de 16 contenedores, en el que se encontraba también un fragmento de Jesús. Pude ver su rostro, que era igual al de la Sábana Santa de Turín. El fragmento de alma estaba en el contenedor 7, con algunas otras almas. Karin estaba en el 11, también en compañía de otras almas.

No estoy seguro de para qué son los mantis de los contenedores. Esto es muy extraño. Quizá sus poderes de bloqueo cerebral fueron empleados contra las demás almas.

G = Sentimientos, pensamientos, etc.
M = Mantis.
J = Jesús.
K = Karin.


 

G

G

G

G

G

G

M

G

G

J

K

G

M

G

G

G


 

Vaticano

En nuestra investigación de los fragmentos de alma de Karin, llegamos a dos bases que pertenecían al Vaticano, una base con 64 contenedores, y otra con 128. Cada base, de los varios cientos visitados hasta ahora, tenía solo un almacenamiento, y ese era también el caso para las bases del Vaticano. Varios almacenamientos requieren varias bases. No he investigado cuántas hay en el Vaticano.

Por cierto, en las bases del Vaticano los reptilianos llevan hábitos, como los monjes.

 

Sellos

Resolver el tema de los sellos se ha facilitado mucho. Ya no tengo que proceder según el principio matrioska. Tampoco parece importante el número de seres que hay sellados en una base. Lo único que importa es el número final. En algunos casos, he podido adivinarlo muy rápido. Cuando pronuncio el número puedo cerrar la estación inmediatamente. Tal como veo las cosas hoy, es posible que no haya más que un sello, que se abre cuando menciono el número correcto. Y no hay límite de intentos; una tarjeta de crédito con solo tres intentos es mucho más segura. Creo que la raza B que inventó esos sellos no esperaba que fueran hallados.

Pero cuando una base es muy importante para ellos, añaden otras medidas de seguridad. Una de esas medidas me ha llevado mucho tiempo, porque puede ocultar el número final. Con ese fin emplean una base de ocultación. Si el número final está oculto, es imposible descubrirlo, de manera que no siento nada cuando llego a él.

La solución consiste entonces en desactivar la base que se encarga de la ocultación (cuando digo “desactivar” quiero decir que es de manera definitiva, para siempre). No hay nada más allí, sino la máquina astral que se encarga de realizar la ocultación, y quizá dos reptilianos, uno de ellos sellado. A continuación hay que encontrar el número final, antes de poder eliminar la ocultación y poder tratar de hallar el número final de la base real. También hay bases muy pero que muy importantes, para las cuales el número final de la estación de ocultación también está oculto por otra máquina de ocultación. Y con otros sellos, evidentemente.

Consejos para hallar el número final:

Preguntar cuál es el primer dígito.

Las bases menos importantes casi siempre tienen números inferiores a 100.

Los números superiores a 200 solo tienen en su mayoría unidades de diez, como 210, 220, 230, etc.

Hasta ahora, la cifra más elevada ha sido de 580, en una estación central anunnaki que interrumpía las conexiones de Skype. Para esa tarea, hay también estaciones espaciales menores, con números más bajos.

Las mayoría de las estaciones que protegen a los insectos y a los implantes tienen números bastante elevados. Los implantes todavía reciben mayor protección que los insectos.

Los números finales de 100 a 200 en las bases menos importantes suelen ser múltiplos de 10, como 130, 150, etc. En bases más importantes también hay números intermedios, como 124 o 176, etc.

Todas las cifras finales son pares, así que puedes contar de dos en dos: 2, 4, 6, 8, 10, 12…

Llevo algún tiempo observando que tras largas búsquedas del número final, mi nariz se tapona. Además, comienzo a sudar cada vez, y tengo que encender un pequeño ventilador. Después de hallar el número, la temperatura se normaliza y mi nariz se despeja de nuevo.

Cuando se ha podido vaciar un almacenamiento de almas pero no se ha podido hallar el número de sellos para cerrar la base, las almas liberadas continúan atrapadas en la base. Eso es algo mejor a que estén encerradas en los contenedores, pero de todas maneras la persona encarnada no puede integrarlos.


 

 

Información sobre las instalaciones de almacenamiento

Las instalaciones grandes con 64 y 128 contenedores solo pueden encerrar 8 almas por contenedor, en lugar de 16. Todas las que son más pequeñas encierran un máximo de 16.

Las instalaciones de 64 y 128 contenedores suelen tener un contenido muy simple. En casi todos los casos, consiste únicamente en numerosos contenedores con energías manipuladoras, y en muy pocos contenedores con almas; casi siempre hay un solo tipo de almas atrapadas en un contenedor, como por ejemplo humanos, o dragones. Las excepciones son poco numerosas.

Divido las instalaciones de almacenamiento con 128 compartimentos en 8 grupos de 16 (como las cervezas, que van en packs de 6). Cuando hay muchas almas en la instalación, como máximo existe un contenedor de almas por cada grupo de 16. Más frecuentemente se da el caso de que hay un contenedor de almas por 2 o 4 grupos de 16. Cuando un alma debe ser cargada con muchos residuos, quizá puede encontrarse un solo contenedor de almas en toda la instalación de almacenamiento, de 128. Este contenedor suele estar situado en el medio, en los números 64 o 65.

Cualquier persona que haya tenido alguna práctica en estas cuestiones aprenderá pronto que un contenedor de almas se distingue cuando se avanza en el recuento. La sensación comienza con un cosquilleo, y va adquiriendo mayor intensidad cuando se pronuncia la cifra exacta.

Todavía tengo algunos temas nuevos, pero les dedicaré otro artículo. Por ahora, ya hay bastante sobre lo que reflexionar.


 

 

 

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