El dragón ya no duerme
Franz Erdl
21 de
diciembre de 2012
Traducción:
10 de marzo de 2013
No puedo
decir que tengo mucha idea sobre el origen de las almas, pues veo
contradicciones en mis propias experiencias, sobre las que hablaré en otro
artículo. Por lo tanto, quizá de lo que voy a hablar ahora no ha sido ni es un
proceso tan sencillo como el que describo.
El planeta
Tierra tiene un alma. Probablemente es así para cualquier planeta, pero por
ahora voy a hablar del alma de la Tierra. Parece como si todos los seres de la
Tierra (que no son visibles en nuestra dimensión) hubieran nacido de esta alma
de la Tierra. Todos los seres astrales de la Tierra fueron una vez alma de la
Tierra. Lo mismo ocurre con los dragones: los dragones son seres de la Tierra, y
provienen del alma de la Tierra.
Podría ser
que el alma de la Tierra y los seres de la Tierra existieran mucho tiempo antes
de que la propia Tierra llegara a tener existencia física (si es que en realidad
puede hablarse aquí de “tiempo”). En algún momento brotó la existencia física
tal como la conocemos, y pudieron surgir seres físicos con alma (humanos,
animales, plantas, etc.). Y a juzgar por lo que parece ser hasta ahora, todas
las almas surgieron de las almas de estos seres de la Tierra.
Hablemos
ahora de nosotros, los humanos: no todas las almas de seres humanos surgieron de
la Tierra. Hay muchas almas de origen extraterrestre. En este momento solo
quisiera hablar de los que se originaron en la Tierra; por ahora, les llamaré
terrícolas. Así pues, cada terrícola fue una vez parte de esta Tierra, fue un
ser de la Tierra. Bueno, ¿por qué decir “fue”? Todavía lo es. Las almas nunca
mueren. En las dimensiones del alma no existe la muerte. El alma de la Tierra
tiene una existencia eterna, como todas las almas; simplemente, como seres
físicos experimentamos la muerte de nuestro cuerpo físico.
(No doy por
hecho que la existencia física necesariamente deba implicar la muerte física.
Por lo general lo aceptamos como un hecho, como si fuera algo natural e
ineludible, pero existen indicaciones crecientes de que el deterioro de las
células del cuerpo y la incapacidad de regenerarse, así como las enfermedades
que resultan de ello hasta nuestra muerte (o la propia muerte), forman parte de
un diseño intencional y artificialmente defectuoso. Nuestras capacidades están
bastante limitadas, como por ejemplo nuestra capacidad nula para dar forma a
nuestro cuerpo según nuestros deseos, y ello es resultado de este diseño
defectuoso. Palabra clave: “anunnaki”. Esto, y mucho más, espero poder esbozarlo
próximamente en un nuevo artículo).
Pero
volvamos ahora a los dragones. Algunas personas creen que los dragones
existieron realmente. Es curioso que los relatos de dragones se repartan por
todo el mundo y en muchas culturas. ¿Cómo puede ser, si nadie los vio nunca en
realidad? No tengo respuesta para esa pregunta. Ahora bien, no importa si
existieron en realidad o solo en forma astral, sus almas continúan viviendo por
toda la eternidad. Sus capacidades (una vez sanados) son muy valiosas. Se
caracterizan por tener un gran chakra del corazón y un poderoso plexo solar. En
otras palabras, tienen una conexión muy directa con el alma de la Tierra y con
el origen del alma (sea cual sea). Esa podría ser la razón por la que la
sanación de los dragones nos llega tan profundamente al corazón. Su misión, que
tienen registrada en el plexo solar, es más o menos esta: “¡Protege toda la vida!”,
y más especialmente: “Protege toda la vida de este planeta”, de lo que son
responsables. Para ello, están equipados también con las fuerzas adecuadas (siempre
que se encuentren en un estado de sanación).
En este
punto tengo que dar algunas explicaciones respecto a los términos “alma” y “vida”,
“bueno” y “malo”. Todo aquello que es malo carece de alma, o al menos está
totalmente desconectado de su alma. Para arrastrar a un ser al lado oscuro, debe
ser desconectado de su alma lo máximo posible. Eso puede conseguirse, por
ejemplo, a través de experiencias traumáticas, mentiras, engaño, magia o medios
técnicos de control mental, etc. Sin embargo, la desconexión con su alma no
significa necesariamente que un ser vaya a ser malo. Eso sí, en todos los casos
en que he encontrado seres malignos, estaban desconectados de su alma. Puesto
que en la mayoría de las ocasiones puedo sanarles, sé por experiencia que con su
sanación experimentan un cambio completo, que a partir de entonces se dedican a
hacer el bien, y que les complace ayudar a sanar a sus anteriores “víctimas”.
Más aún, el
alma parece ser la única fuente para la energía de vida. Cualquier persona que
esté fuertemente desconectada de su alma tiene muy poca energía vital, a menos
que la absorba de las almas de otros seres. De hecho, esa es la verdadera razón
por la que los seres que están desconectados de su alma han de absorber energía
de otros, por ejemplo mediante la dominación; si no lo hacen, están sumamente
débiles.
En el
artículo “Seres de la Tierra” he relatado ya que los dragones fueron vencidos.
Sin embargo, eso pudo ocurrir únicamente porque los humanos pudimos ser
engañados. Los dragones fueron representados como enemigos de los seres humanos,
y mucha gente lo creyó. Hasta el día de hoy, persiste la vieja idea de que los
dragones son malos y peligrosos; por eso, quienes matan a un dragón se
convierten en héroes.
Si quienes
eran tus aliados te dan una puñalada por la espalda, pierdes la motivación y la
fortaleza. Por eso pudo conquistarse a los dragones. Muchos dragones están
todavía en malas condiciones: están cautivos, encadenados, aislados y heridos.
Desconfían de la gente; se sienten traicionados, están solos y sienten temor.
Un ser
humano que tiene una parte de alma de dragón, sufre también. Ese sufrimiento no
puede sanarse con nada, excepto con la sanación del propio dragón.
Parece haber
un número increíble de terrícolas que tienen un fragmento de alma de dragón, y
eso significa que en otro tiempo fueron dragones. Hasta ahora no he emprendido
una investigación para averiguar si los humanos también se originaron a partir
de otros seres de la Tierra en lo que respecta a su alma. Tan solo ha sido
recientemente cuando se me ocurrió esta idea. Los fragmentos de alma de dragón
aparecen con tanta frecuencia en los terrícolas, que deduzco que eso es lo
normal. Creo también que la combinación de alma humana y dragón es algo muy
especial que hasta ahora habíamos perdido para nuestra propia defensa. Lo que
caracteriza a los dragones es la concentración de su fuerza de combate,
combinada con un intenso amor hacia toda la vida. La poderosa conexión con su
alma incrementa también la conexión de un ser humano con su propia alma, lo que
a su vez amplía sus capacidades.
¿Por qué un
dragón necesita a un ser humano? Ahora mismo nos necesita ante todo para su
sanación. Pronto escribiré más sobre ello. Los dragones también tienen sus
propias intenciones. Por ejemplo, algunos parecen muy dispuestos a eliminar los
nidos de serpiente, pero no lo hacen de manera totalmente independiente. Cuando
encuentran un nido, intentan comunicárnoslo de alguna manera, y esperan entonces
nuestro consentimiento (por alguna razón, esto me hace derramar lágrimas de
emoción). Solo tenemos que decir: “Sí, adelante”, y entonces apoyarles
conscientemente mientras eliminan los nidos de serpiente. Por una parte, esto
parece servir al propósito de nuestra simbiosis, y por otra parte responde al
hecho de que necesitan nuestra decisión consciente. A nivel emocional, lo veo
razonable.
La
eliminación de estos nidos parece ser muy importante para los propios dragones.
Creo que estos nidos eran originalmente nidos de dragón. Hay dragones macho y
dragones hembra, y su descendencia nace en forma de huevos de dragón. Estos
huevos tienen que ser protegidos por ambos progenitores. He tenido la impresión
de que toda la red subterránea debe ser ocupada de nuevo por los dragones, y que
entonces esa red volverá a ser una defensa excelente para el planeta Tierra.
Los huevos
de dragón juegan otro papel muy especial. Cuando la Tierra fue invadida, y en
particular cuando los nidos de dragón fueron invadidos por serpientes, sin duda
había ya huevos de dragón. No nos olvidemos, estamos en el astral. Esos huevos
pudieron ser salvados en parte, y concretamente en cuerpos de seres humanos.
Estos seres humanos portaron los huevos de dragón de una encarnación a otra
durante miles de años, hasta nuestros días (por ahora solo he encontrado un
huevo de dragón por persona). Esos huevos parecen tener una importancia inmensa,
pues no contienen únicamente pequeños dragones indefensos. Hay algo más de gran
importancia en esos huevos, pero sobre ello escribiré en un próximo artículo,
pues requiere una extensa explicación. Todo el concepto: la liberación de los
dragones, la recuperación de los nidos, la extracción de los huevos de dragón de
los seres humanos y la devolución a sus cuevas, parece ser de importancia
global. Lo que está por desvelarse frente a nosotros nos dejará asombrados y con
la boca abierta.
Los humanos
que portan huevos de dragón a veces están muy bloqueados energéticamente. Por
ejemplo, esto puede significar que no puedo llegar a ellos. La energía de
sanación podría no fluir, y ello podría ser así para proteger al huevo de dragón.
En tal caso, nadie – ni bueno ni malo – puede llegar a ellos, y esa podría ser
precisamente la razón. Puede ocurrir que a esas personas no les vaya muy bien;
quizá carezcan de su flujo natural de energía, y ello puede tener un efecto
negativo sobre muchos ámbitos de sus vidas. El lado oscuro también llena a esas
personas de energías negativas, para que nada pueda desarrollarse en su interior.
Ahora
quisiera abordar la liberación de los dragones: ha llegado el momento para la
liberación de los dragones que hoy en día son seres humanos; por eso he llamado
a este artículo “El dragón ya no duerme” (en alusión al libro de David Icke, “El
león ya no duerme”). Creo que los fragmentos de dragón que portan los terrícolas
están presionando ahora de manera masiva para conseguir su sanación. El trauma
de los dragones es ahora más perceptible que nunca en las personas que tienen un
fragmento de dragón. Pero las personas no saben de dónde surgen estos problemas.
Para mí es fácil discernir si una persona tiene una parte dragón o no. Hago la
pregunta y, si la respuesta es positiva, siento una fuerte oleada de energía
ascendente. Así que encontrar al dragón es bastante fácil, pero su sanación no
funciona en todos los casos, al menos no tan rápidamente.
He dicho ya
que los dragones normalmente se encuentran en un estado lamentable. Las personas
como yo, que no tienen muy desarrollado el don de la clarividencia, tienen que
encontrar los problemas de un dragón planteando una serie de preguntas. Por lo
general, mi intuición me lleva al camino correcto. La cautividad de los dragones
tiene que acabar. Compruebo si hay cadenas, cuerdas, barrotes de prisión, etc.
Una cuestión importante es la magia: la magia que hacen algunas personas. Una y
otra vez surge la cuestión de que los dragones fueron hechos cautivos mediante
magia llevada a cabo por seres humanos. ¿No es cruel? Otras veces hay que
eliminar a las serpientes. En una ocasión, un dragón estaba en el estómago de
una serpiente gigante de varias cabezas, pero consiguió hallar la salida. La
cautividad puede adoptar una forma diferente cada vez; simplemente, hay que
buscar e investigar.
Y a
continuación viene la sanación propiamente dicha. El cuerpo y los sentimientos
del dragón están heridos. Si el terrícola con quien estoy haciendo la sesión
tiene una buena circulación de energía, entonces los problemas del dragón se
manifestarán en su cuerpo. Puede ocurrir que durante la sesión se manifiesten
sentimientos de soledad, desconfianza, temor o depresión, o que esos
sentimientos ya estuvieran allí antes de la sesión. También pueden
experimentarse síntomas físicos que pueden ser sanados durante la sesión. Con
mucha frecuencia, la gente puede percibir que algo está pasando en su espalda,
en el lugar donde nacerían las alas; algunas personas sensibles sienten que
vuelven a volar.
Con las
personas que tienen bloqueos energéticos, tengo que dejar que esos sentimientos
pasen a través de mí, un proceso en el que tengo algunas limitaciones. Por esa
misma razón, no toda sanación de un dragón da resultado. Al menos, no puedo
decir exactamente hasta qué punto un dragón está sanado en ese caso. Para las
personas que están bloqueadas energéticamente, la liberación de sus dragones no
parece tener ningún efecto sobre ellas. Están separadas de él, y no puede
producirse la poderosa simbiosis. Eso podría significar también que el dragón no
puede tornarse activo, aunque quizá esté mejor después de la sanación que como
estaba antes, pero no lo puedo saber con seguridad.
Como indica
mi apellido “Erdl” (en alemán, Erde significa Tierra), tengo un fragmento
de alma de dragón. Me pregunto si no debo mi poder de sanación a larga distancia
a mi dragón, liberado ya después de tanto tiempo. ¿Quizá existe una conexión
general entre los dos? Un dragón puede volar allí donde se necesita la sanación
y, con su maravillosa conexión al alma, puede llevarla a cabo.
Todavía
quiero decir algo más: parece que hay distintos tipos de dragones. He visto
dragones de tierra, de agua y de aire. Creo que protegen las zonas
correspondientes de estos elementos. ¿Quizá haya tantos tipos de dragones? ¿Quizá
haya también otros seres poderosos de la Tierra que están conectados a los seres
humanos? El despertar de los dragones, así como su ayuda para eliminar a los
cabezas grandes persistentes y los nidos de serpiente, y sus poderes para
deshacer la magia negra, me dan una luz de esperanza para nuestro futuro.
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